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El indulto: Una operación sin anestesia

Publicado: 2018-01-23


Hace más de una década Alberto Fujimori (AF) fue detenido, procesado, condenado y sentenciado. ¿Todo el país celebro? Los medios de comunicación (aplastante poder mediático) parecían hacernos creer que sí, pero los desengaños suelen ser normalmente duros y esta no fue la excepción: Keiko Fujimori 2011 (23,56%); 2016 (39.81%). Ambos votos duros y puros en primera vuelta (nada menos).

Esta clara división política sumada al poco talante democrático de la señora Fujimori empujó al presidente Kuczynski (PPK) a una ingobernabilidad insostenible y buscar una solución a ello, imperativo si aspirábamos a un mejor país en el bicentenario. No obstante cabe preguntarse: ¿Fue el indulto el mejor “remedio” para tan sensible “enfermedad”? Estimo que sí en el fondo y no en la forma.

En el fondo el presidente Kuczynski (PPK) siempre fue pro arresto domiciliari, y por eso siempre (durante las campañas del 2011 y 2016) apoyo esa posibilidad frente a las enfermedades que ya padecía AF. No obstante, ya en el gobierno, -y ya que no se pueden dar leyes con nombre propio - su voluntad viró hacia el indulto humanitario. ¿Por qué? No solo porque encajaba en dicha gracia presidencial (aunque discutible yo creo que así es), sino por las circunstancias políticas insostenibles.

PPK aplicó lo que algunos llaman *La Realpolitik y por fin hizo política: indultó, buscó y consiguió, primero, dividir al fujimorismo quitándole mayoría calificada en el parlamento, importante para puestos claves en las instituciones del país; y segundo, legitimidad para gobernar adhiriendo a esa población aplastante que, mal que mal, aún ven en AF y KF figuras políticas presidenciables y que representan por lo menos al 30% de la población electoral.

Por la forma no estoy de acuerdo, y la razón es netamente moral. No haber recibido a los familiares de las víctimas de Barrios altos, La Cantuta y Pativilca, para explicar las razones sociales y políticas de este indulto; hacerlo solo días después que algunos fujimoristas lo salvaran de la vacancia; en Navidad y pedir, sin más, reconciliación, es una torpeza capital y un exceso de pragmatismo e insensibilidad.

Es claro que para llegar al bicentenario del país PPK priorizó el matiz político al moral (cosa reprochable) no obstante, las decisiones -aunque impertinente y con poquísimo tino político y social- están tomadas.

El indulto y derecho de gracia, aunque se presuma una componenda, no podrá ser revocada por ninguna marcha, protesta o Corte IDH, porque el “candado” que ambas gracias tienen es la de “humanitarias”.

Así las cosas debo decir que, no soy fujimorista, pero tengo la certeza de que los “antis” le hacen daño al país. AF fue procesado y sentenciado con las reglas de juego de la democracia, y con esas mismas reglas (aunque pueda tener un atisbo de impunidad) ha salido porque así lo quiso PPK, presidente constitucional del Perú elegido por la mayoría, incluido los antis (¡vaya paradoja!).

Finalmente a PPK la historia lo premiará o lo demandará, al Perú solo le toca mirar hacia adelante sabiendo que, más allá de los intereses políticos jugados en este indulto, también se buscó cerrar heridas que fueron abiertas hace muchos años. Lamentablemente, nuestro presidente no fue el mejor “médico” para esta “enfermedad” y nos “operó sin anestesia”, sin conjugar el aspecto político y moral que toda sociedad necesita para reconciliarse y crecer sanamente.

* Realpolitik: Búsqueda de los intereses prácticos de un país de acuerdo a las circunstancias de su entorno, en lugar de seguir principios filosóficos, teóricos o morales.


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